El mismo día en el que como hechos noticiables aparecen con un determinado tratamiento mediático que el FBI ordena el cierre del sitio web de descargas Megaupload, con el pretexto de la salvaguardia de la producción intelectual, lo que en la práctica deriva en la más que clara intención de proteger los intereses comerciales de las grandes empresas de la industria cinematográfica, del mundo de la música y de la distribución de libros impresos o digitales.
También informan, aunque casi de puntillas, de como un directivo del Santander se le otorga por parte de su empresa una jubilación de 56 millones de euros. Resulta que el tratamiento estrella por parte de los medios e incluso resaltado, por ocupar parte del tiempo en la rueda de prensa de la vicepresidenta del gobierno Dña. Soraya Sáenz de Santamaría, que ha dado incluso las condolencias a los familiares, ha sido la muerte –todas las muertes son lamentables- del preso cubano Wilman Villar tras una huelga de hambre, de hambre.
Como he dicho todas las muertes de cualquier ser humano es o son lamentables y más si es en defensa de unos ideales,- si es cierto que lo que motivó la huelga de hambre son cuestiones de “libertad ideológica” y no se esconde tras ello la defensa de intereses político-económicos de sectores pro imperialistas desde fuera de la isla caribeña. Ya que al igual que los islamistas buscan mártires entre las capas más desfavorecidas o en situación de exclusión, también los anti-castristas de Miami gustan de buscar mártires entre los presos comunes cubanos, con el único objetivo de mediatizar su muerte.
No trato de hacer una defensa del sistema cubano, sino llamar la atención sobre la forma en la que los medios magnifican hechos que pretenden resaltar lo que de negativo puede llegar a tener el sistema político cubano y por el contrario minimizan los logros de la revolución –que los tiene-, como; sanidad, educación-cultura, y de erradicación del hambre en la infancia.
Por el contrario los medios de opinión defensores del sistema-mundo capitalista pasan de puntillas por muertes que se producen a diario en el mundo silenciándolas, así como hacen un nulo análisis crítico sobre los hechos que las originan. Muertes como por ejemplo se producen por año donde mueren seis millones de niños antes de cumplir los 5 años a causa de malnutrición. Por día, el VIH/SIDA mata a 6.000 personas en el mundo y otras 8.200 contraen este virus. Cada 30 segundos muere un niño africano en el mundo por paludismo, que se podría evitar montando mosquiteras en las ventanas de las casas. Por minutos en algún lugar del mundo muere una mujer embarazada o dando a luz. Unas 1.400 mujeres diariamente por causas relacionadas con el embarazo. O silenciando guerras por intereses económicos como las del Congo, o por la defensa de intereses geoenergéticos como son las que se han desarrollado en la zona que ocupaba la antigua Persia; Iraq y Afganistán, a las que se catalogó como luchas contra el terrorismo islamista internacional.
También los medios hablan de falta de derechos humanos en Cuba y lo cierto es que en una pequeña porción de terreno en la isla sí que sabemos feacientemente que se incumple con los derechos que asisten a los presos, en Guantánamo limbo legal que mantienen los EEUU en suelo Cubano para escarnio y vergüenza del resto del mundo, que paradójicamente su presidente y premio nobel Sr. Obama prometió cerrar si llegaba a la presidencia de su país cuestión esta que ha quedado en una vana promesa electoral.
Otra muestra de la hipocresía de los medios es el tratamiento que dan a la hora de presentar al presidente del gobierno de marruecos del que destacan que se trata de un islamista y no hemos escuchado nunca decir al definir ideológicamente al Sr. Rajoy que se trata de un heredero ideológico del nacional-catolicismo.
No trato de abrir polémicas estériles, solo reflexionar en la manera que los medios tratan alguna información y el doble rasero o vara de medir que aplican, según beneficie a la defensa de los intereses de las clases dominantes.
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