miércoles, 23 de febrero de 2011

Acto público contra el pensionazo



“… el principal responsable de lo que está ocurriendo es el PSOE y sus militantes que no frenan la deriva neoliberal del gobierno, ni su discurso falso que presenta las medidas que están imponiendo la banca y las grandes empresas como si en realidad beneficiasen al conjunto de los ciudadanos” (Juan Torres López; Catedrático de economía de la universidad de Sevilla).
En economía no existe una máxima que diga que las pensiones públicas solo se pueden financiar mediante las cuotas que aportan los trabajadores, podría financiarse por ejemplo, con impuestos como el que suprimió el actual gobierno socialista, sobre el patrimonio, o bien crear un impuesto sobre los capitales ociosos que parasitan la economía y que en lugar de encontrarse en la esfera productiva, se encuentran especulando.
Como también es falso que el sistema de pensiones anterior a la reforma fuese insostenible y mucho menos que estuviese en peligro de quiebra, y que las arcas de la seguridad social tienen un superávit acumulado en su fondo de reserva de unos 60.000 millones de euros, lo que en verdad pretenden los poderes financieros con esta falsa, es desviar parte del ahorro de los trabajadores hacia los fondos de pensiones privados, donde se les abre un lucrativo negocio.

Esta reforma en primer lugar incide ampliando los años de cotización necesarios para alcanzar el 100% de pensión pasando de 35 años a 38,5 años y a partir de 2013 se irá retrasando la edad de jubilación de los 65 a los 67 años en 2027. Como ejemplo en cuanto a la pérdida de derechos de los trabajadores, les ofrecemos esta breve comparativa;
- Los asalariados con 65 años de edad y 35 años cotizados percibirán el 74%, antes el 100%, 26% menos.
- Con 65 años y 38,5 cotizados, el 93% antes el 100%, un 7% menos.
- Con 63 años y 33 años cotizados el 62% antes el 80%, un 18% menos.

En segundo lugar la reforma modifica el periodo de computo de las pensiones pasando de 15 años a los 25 años, con lo que esto ocasionara una perdida económica entorno al un 10%.

Concluimos con una reflexión sobre el papel jugado por los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT que han demostrado ser fácilmente extorsionables, pero cometeríamos un grave error y una mayor torpeza estratégica si hacemos recaer toda la culpa en ellos, ya que el conjunto de los trabajadores no hemos sabido o podido emponderar a las citadas organizaciones sindicales, es decir, sin apoyo de los trabajadores los sindicatos se quedan sin fuerza negociadora ante los poderes. La baja afiliación junto con el escaso papel participativo del conjunto de la clase trabajadora puede ser en gran medida un factor esencial en el debilitamiento de los antiguamente sindicatos de clase.
Miguel A. Jordán León

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